¿Qué es el proceso de pasteurización en la industria láctea?
El proceso de pasteurización consiste en un tratamiento térmico de líquidos o fluidos alimentarios para la eliminación de las bacterias contenidas en ellos. Se realiza mediante intercambiadores de calor por placas. Este proceso requiere ser calculado minuciosamente para conseguir eliminar cualquier agente infeccioso, manteniendo las propiedades y la calidad de la leche.
La temperatura y el tiempo de pasteurización son factores muy relevantes. Para su pasteurización, la leche se lleva a una temperatura que oscila entre los 55 y los 75 ºC durante 17 segundos.
La pasteurización elimina los microorganismos patógenos de la leche, pero a su vez no elimina aquellas bacterias que si son beneficiosas para nuestro organismo, sin embargo estos microorganismos que quedan presentes en la leche pasteurizada con el pasar de los días tiende a dañar la leche, por eso esta se vende refrigerada y debe mantenerse así durante el periodo establecido de consumo, aunque no se abra el envase.
¿Cuáles variables son críticas durante el proceso de pasteurización?
Los puntos de control más importantes del proceso de pasteurización son la temperatura, la velocidad del caudal y la presión diferencial en el intercambiador de calor, por eso a continuación te hablaremos de cada una de ellas y su importancia.
Medición de temperatura para la pasteurización
El corazón del proceso de pasteurización es una rápida y precisa medición de temperatura. Es la variable responsable por garantizar si el proceso está listo para ser envasado o no. Las mediciones rápidas y precisas evitan que se malgaste energía y que el producto quede expuesto a más tensión térmica de la necesaria.
La medición de temperatura en este proceso también nos ayuda a determinar indirectamente la eficiencia térmica en el proceso, por lo cual tener instrumentación que entregue valores rápidos y fiables hacía nuestro sistema de control es de gran importancia.
Medición de presión antes y después del intercambiador térmico
Para evitar que se mezclen el producto pasteurizado con la leche que no se ha pasteutizado o sin tratar, se debe mantener un diferencia de presión en el intercambiador de calor. En estas aplicaciones, la máxima seguridad sanitaria se consigue utilizando nuestros sensores de presión resistentes a ambientes exigentes donde los cambios de temperatura son abruptos y pueden.
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Medición de flujo a la entrada del pasteurizador
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